Premio a la maestra de las almazuelas
Bianca Scarpari recibe el Premio Insular de Artesanía por una dilatada trayectoria como artesana de ‘patchwork’ y por ser una profesora entregada a sus pupilas majoreras
Perfeccionista, creativa y generosa son sólo algunos de los adjetivos que definen a la artesana italiana Bianca Scarpari, que ha recibido este año el reconocido Premio Insular de Artesanía. Sus almazuelas son verdaderas joyas que podrían exponerse en un museo. Su taller de Las Playitas es un espacio rebosante de arte, donde el tiempo se detiene, con vistas al muellito, al mar y al pueblo desde lo alto. Un oasis de tranquilidad, un viaje al pasado con máquinas de coser y telas de colores.
Su taller está decorado con cojines, postales, tapices, marcadores de páginas, imanes para la nevera y una variedad de artículos, que engalanan su expositor cada vez que muestra su trabajo. Una labor inspirada en la cultura, el paisaje y elementos reconocibles de Fuerteventura y Canarias, con cabras, la forma del territorio insular, pintaderas, atardeceres, vegetación, playas y volcanes. En sus creaciones, los colores blanco, azul y amarillo toman protagonismo.
La técnica del patchwork o almazuelas consiste en unir pequeños trozos de tela, sobre todo de algodón, mezclando colores, tamaños y texturas para formar una pieza única. Tiene un fondo de reciclaje, aprovechando retales para crear diferentes piezas geométricas que se cosen a una tela, elegida para la base. En su caso, importa telas de alta calidad de diferentes lugares del mundo, porque es detallista y muy exigente con su obra.
Bianca vino de vacaciones a Fuerteventura en el año 2006 y ya no se fue: “Al llegar no me gustó, pensé qué iba hacer tantos días aquí. Al tercer día, me enamoré tanto de la Isla y de mi pueblo de Las Playitas que no me quise ir”. Aquí estableció su hogar, abrió su taller y revolucionó Fuerteventura al impartir novedosos cursos de patchwork en la Casa de la Cultura de Gran Tarajal y pueblos cercanos.
“Nací y me crié en Venecia, y nunca había hecho nada de artesanía... sabía coser, bordar, tejer y hacer patrones como modista, pero no hacía artesanía. Sin embargo, en los años 80 descubrí unos cursos de patchwork, me apunté y fue un gran descubrimiento. Cambió mi vida totalmente, cada vez dedicaba más tiempo a esta labor, me hice maestra y daba clases en Italia”, resume la artesana. Incluso formó parte de la Asociación Cultural de Patchwork de Treviso.
Más tarde, cuando se traslada a Fuerteventura, sin saber español, pero con mucho interés por aprender el idioma e integrarse, se apunta a unos cursos de costura en la Casa de la Cultura de Gran Tarajal. De pronto, un día, sin pensarlo se presenta como maestra de este oficio y la respuesta de la población majorera fue sorprendente. “Pensaba que nadie me iba a llamar, y justo cuando me marchaba a Italia me comunicaron que tenía un grupo de alumnas apuntadas, deseando aprender. Me quedé impresionada y ya no he podido separarme de esta maravillosa Isla”, recuerda.
“Perfeccionista”
En estos 19 años no ha parado de formarse, aprender todo lo relacionado con las técnicas de perfeccionamiento de almazuelas, ni ha dejado de impartir cursos. “Soy bastante perfeccionista, me gusta que quede bien”, explica Bianca. “Hay que aprender la técnica correctamente, se necesita manejar bien la máquina de coser, utilizamos las matemáticas, geometría y se necesita paciencia e imaginación”, asegura la artesana.
En sus tapices reproduce pintaderas, cabras, atardeceres, playas o volcanes
En este tiempo, la enseñanza ha sido una prioridad en su vida. “He recorrido todos los pueblos de la Isla impartiendo cursillos de iniciación y avanzados, porque no puedo dejar a nadie sin clases y he tenido cientos de alumnas”, añade, mientras cita cursos que ha dado con éxito en Pájara, Tuineje, Antigua, Puerto del Rosario o Corralejo.
Así, todo lo que aprende lo transmite: ha creado carpetas propias con dibujos, telas, y números. Atesora abundante material didáctico para impartir clases de una forma clara y amena. “No me gusta guardarme ningún conocimiento, todo lo que aprendo lo enseño, lo explico y trato de que aprendan muy bien este oficio para que puedan crear almazuelas perfectas”, destaca.
Bianca incide en que “todo tiene que estar bien medido”, con “retales grandes y pequeños para crear un dibujo bien cosido”. “Me gusta que trabajen libremente, que funcionen de forma autónoma, por supuesto superviso, corrijo y respondo sus dudas, y al final, cuando veo la labor, el resultado conseguido me sorprende y me emocione”, afirma.
Durante años, Bianca ha vivido sola en la Isla porque su marido trabajaba en Italia, así que sus vecinos y alumnas se convirtieron en su familia. “Siempre he recibido mucho cariño en Fuerteventura”, subraya.
Carné de artesana
En 2010 obtuvo el carné de artesana y empezó a participar en la Feria Insular de Artesanía. “Me parece un encuentro maravilloso, muy enriquecedor cuando ves a tantos artesanos, grandes profesionales que elaboran una pieza que sale de dentro”, destaca.
“Utilizamos matemáticas y geometría, y se necesita paciencia e imaginación”
“Cuando tenemos una idea no paramos hasta obtener lo que sale de dentro. La artesanía es una pasión y un regalo para la persona que trabaja”, destaca Bianca.
También valora la importancia de producir con las manos y de conocer las técnicas adecuadas para hacer lo que te gusta. Y defiende la artesanía tradicional canaria, por lo que pide que no se pierda un legado que se ha transmitido de generación en generación.
“Estoy muy agradecida con el cariño de la gente”, dice Bianca. “Esta Isla me ha regalado experiencias muy positivas y soy una enamorada de los motivos canarios, que reproduzco en mi trabajo diario”, indica.
Marca propia
Para dar un sello propio a su trabajo, Bianca Scarpari creó la marca Fuerteventura Patchwork. Trabajadora infatigable, pasa horas en su taller para atender pedidos y crear nuevas obras. “Aquí también imparto clases porque tengo todo el material necesario, y también es un punto de encuentro para turistas, vecinos y clientes, que entran atraídos por el colorido y la originalidad de mi labor”.
“No me gusta guardarme ningún conocimiento, lo que aprendo lo enseño”
Bianca es una artesana que se ha ganado el cariño de la gente, y para ella lo más bonito es la red que ha formado con cientos de pupilas, algunas muy cercanas que se han convertido en expertas en esta disciplina y que forman parte de su vida.
Experiencia
En el año 2023, Bianca Scarpari participó con una treintena de alumnas majoreras en la Feria Bérgamo Creattiva, en Italia. Se trata de un encuentro de manualidades con una variedad de modalidades artísticas y fue una experiencia inolvidable para la expedición majorera. Cada una presentó una almazuela elaborada con motivos diferentes, con dos únicos colores como requisito.
“Nos trataron muy bien, nos regalaron un libro ilustrado con todas las obras expuestas, en el que aparecían todas las majoreras, y se quedaron encantadas. También nos hicieron un tour por la ciudad y compartimos muchos conocimientos, diferentes técnicas, con una convivencia muy bonita con artesanas que tejen almazuelas en el mundo y regresamos encantadas”, rememora Bianca, una artesana que destaca por su labor con las almazuelas y las emociones.
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