Un ejemplar de tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), de 7,90 metros, era encontrado el pasado viernes en el Islote de Lobos. Los Agentes del Servicio de Medio Ambiente se desplazaron hasta la zona para tomar datos biométricos pertinentes con el objetivo de seguir mejorando el conocimiento de la especie y contribuir a su conservación.

En el área cercana al varamiento han sido colocados carteles informativos que invitan a permanecer en el sendero e indican que el ejemplar hallado es objeto de seguimiento científico.

“Ante la aparición de una especie marina varada, el servicio de Medio Ambiente valora el procedimiento a seguir teniendo presentes diferentes aspectos”, señaló el Cabildo. 

“El Cabildo de Fuerteventura colabora, en la medida de lo posible y siempre que se solicite, con distintas administraciones en el traslado de los especímenes de cetáceos y tortugas marinas que sean requeridos para su estudio en favor de la investigación científica y la conservación de la especie”, asegura.

“Hay que tener en cuenta que los cadáveres de las especies marinas proporcionan una importante fuente de alimento para los carroñeros y un enriquecimiento de nutrientes para el entorno circundante”, explica la Corporación insular.

La consejera de Sostenibilidad Medioambiental, Lola García, destaca la importancia de la colaboración ciudadana en caso de avistamiento de fauna accidentada, lo cual posibilita una “pronta respuesta” por parte del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo.

El tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) es el segundo pez más grande del mundo, alcanzando longitudes de hasta 12 metros y un peso de hasta cuatro toneladas. Habita en aguas frías y templadas del Océano Pacífico y Atlántico y es una de las tres únicas especies de tiburones que filtra el agua de mar en busca de presas planctónicas.