“Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte”
Angélica Figueroa, cardióloga de Hospital Parque Fuerteventura
La doctora Figueroa es graduada en Medicina en la especialidad de cardiología y acaba de incorporarse al catálogo de servicios de Hospital Parque Fuerteventura. Cuenta con formación especializada en insuficiencia cardíaca. En esta entrevista comenta las principales enfermedades coronarias que afectan a la población y los avances en su tratamiento.
-¿Qué puede aportar su incorporación al catálogo de servicios de Hospital Parque Fuerteventura?
-La incorporación de un servicio de cardiología en el Hospital representa un gran avance para la atención de los pacientes en Fuerteventura. Como cardióloga, aportaré no solo el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, sino también un enfoque preventivo, promoviendo hábitos saludables y detección precoz de factores de riesgo. Contar con este servicio permitirá mejorar la calidad de vida de los pacientes, evitando desplazamientos innecesarios a otras islas y ofreciendo una atención más cercana y personalizada.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones de los pacientes que acuden a su consulta?
-Las principales preocupaciones de los pacientes suelen estar relacionadas con síntomas como dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire o mareos, que pueden generar miedo a sufrir un problema cardíaco grave. También hay muchas dudas sobre factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto o la diabetes, y cómo estos pueden afectar a su corazón a largo plazo. Además, cada vez más pacientes se interesan en la prevención, buscando asesoramiento sobre hábitos saludables para evitar enfermedades cardiovasculares en el futuro.
-¿Ante qué señales de alarma debe prestar especial atención el paciente y acudir al especialista en cardiología?
-Es fundamental que los pacientes acudan al servicio de cardiología ante señales de alarma como: dolor en el pecho opresivo o que se irradia al brazo, cuello o mandíbula; falta de aire sin causa aparente, especialmente en reposo o al hacer esfuerzos mínimos; palpitaciones irregulares o muy rápidas que provoquen mareo o desmayos; hinchazón en las piernas o fatiga excesiva, que pueden indicar problemas en el corazón; mareos o desmayos repetidos, que podrían ser signo de una arritmia u otro problema cardiovascular. Es importante no ignorar estos síntomas y buscar atención médica lo antes posible, ya que una detección y tratamiento oportunos pueden marcar la diferencia en la evolución de muchas enfermedades cardiovasculares.
-¿Qué patologías son las de mayor prevalencia en materia de cardiología?
-Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Dentro de las patologías más frecuentes incluyen la hipertensión arterial (muchas veces silenciosa y puede derivar en problemas más graves), la enfermedad coronaria (infarto y angina de pecho), la insuficiencia cardiaca (cuando el corazón no puede bombear sangre eficientemente, generando fatiga, falta de aire, entre otros) y las arritmias. También es muy común la dislipemia (colesterol alto), un factor de riesgo clave. Cada vez vemos más casos de personas jóvenes debido al sedentarismo, mala alimentación y estrés, por lo que la prevención es fundamental.
-¿Qué pruebas complementarias suelen ser las habituales para detectar dolencias cardiacas?
-Cada caso es un mundo. La elección de las pruebas depende de los síntomas y la historia clínica de cada paciente. Las pruebas más habituales que podemos realizar son: electrocardiograma, ecocardiograma, prueba de esfuerzo, holter, análisis de sangre, TAC y resonancia cardiaca.
-Imagino que un diagnóstico temprano ayuda a mitigar las consecuencias de esas dolencias cardiacas.
-Exactamente. Un diagnóstico temprano permite detectar enfermedades cardiovasculares antes de que puedan llegar a causar complicaciones graves como infarto o insuficiencia cardíaca avanzada. Identificar y erradicar los factores de riesgo como la hipertensión, colesterol alto, arritmias y hábitos nocivos a tiempo, nos da la oportunidad de tratarlos y evitar que progresen. Además, si cambiamos el estilo de vida a uno más saludable y con tratamientos adecuados, se pueden prevenir muchas de estas enfermedades o incluso mejorar su pronóstico significativamente.
“Cada vez vemos más casos cardiacos en jóvenes por sedentarismo”
-¿Qué avances médicos existen para tratar estas patologías cardiacas?
-La medicina está en constante evolución. Los continuos avances de la ciencia nos han permitido mejorar la calidad y esperanza de vida de los pacientes, permitiendo tratamientos más eficaces, como son los nuevos fármacos para controlar la hipertensión, colesterol y la insuficiencia cardíaca, con menos efectos secundarios; la presencia de anticoagulantes más seguros, que reducen el riesgo de ictus en pacientes con fibrilación auricular sin necesidad de controles constantes; la incorporación de técnicas mínimamente invasivas, como el cateterismo cardíaco y la implantación de válvulas percutáneas, que permiten tratar enfermedades coronarias y valvulares sin necesidad de cirugía abierta; dispositivos avanzados, como marcapasos y desfibriladores automáticos, que ayudan a regular el ritmo cardíaco y prevenir eventos graves; y la medicina personalizada, con estudios genéticos y biomarcadores que permiten tratamientos más adaptados a cada paciente.
-Finalmente, ¿cuáles son las principales recomendaciones para tener un corazón sano?
-Como cardióloga, y apasionada de la prevención, recomendaría adoptar un enfoque integral para la salud cardiovascular. En mis redes sociales (@doctorafigueroa), hago énfasis en cinco pautas claves para tener un corazón sano. En primer lugar: alimentación equilibrada. Recomiendo optar por una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y aceite de oliva, reduciendo siempre el consumo de grasas saturadas y ultraprocesados, azúcares y la sal. La segunda pauta es la actividad física regular. Con 75 minutos de actividad intensa o 150 minutos de actividad moderada a la semana, combinando ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza. En tercer lugar: no fumar. Es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades del corazón. Cuarta pauta: controlar el estrés con técnicas de relajación, meditación o actividades que ayuden a gestionar el estrés y contribuyen a mejorar la salud del corazón. Y en quinto lugar: realizar revisiones médicas periódicas. Es fundamental hacerse chequeos regulares para detectar y controlar cualquier alteración de forma temprana.
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