Las luces ya iluminan las calles de Puerto del Rosario, los escaparates de Corralejo se visten de gala y la actividad en el aeropuerto no cesa. En Fuerteventura, la Navidad tiene un sabor diferente al del resto de Europa: aquí el turrón se mezcla con la crema solar y la temporada alta turística. Para el tejido empresarial majorero, el mes de diciembre no es solo época de celebraciones, es el momento crítico del año donde se define gran parte de la facturación anual.

Sin embargo, esta alegría y el aumento frenético de la actividad comercial traen consigo un invitado indeseado. Los expertos alertan de que la campaña navideña es la época preferida por los ciberdelincuentes para hacer su agosto particular. Con las empresas funcionando al 100% de su capacidad y el personal desbordado atendiendo a clientes y turistas, la guardia digital suele bajar, y es ahí donde aparecen los problemas.

El peligro de las prisas: Ofertas, reservas y facturas falsas

Durante estas semanas, los correos electrónicos de las pymes de la isla se llenan de notificaciones: reservas de última hora, pedidos a proveedores para la cena de Nochevieja, facturas electrónicas y supuestos avisos de empresas de paquetería. En medio de este caos administrativo, distinguir un mensaje legítimo de un intento de estafa es cada vez más difícil.

Según datos recientes de organizaciones de consumidores como la OCU o informes de la Guardia Civil, los ataques de phishing se disparan un 40% en fechas navideñas. El gancho suele ser una "cesta de Navidad" falsa o una factura impagada urgente. Si un empleado, con las prisas del servicio, hace clic donde no debe, puede comprometer toda la red del negocio.

La gestión de claves: El talón de Aquiles de la temporada alta

Uno de los errores más comunes en hoteles, restaurantes y comercios durante la saturación navideña es la mala gestión de los accesos. Es habitual ver cómo, para agilizar el trabajo, se comparten contraseñas del TPV virtual, del portal de reservas o del correo corporativo a través de notas adhesivas o mensajes de WhatsApp entre camareros y recepcionistas.

Para evitar que este intercambio de información se convierta en una brecha de seguridad, es vital profesionalizar el proceso. La implementación de un gestor de contraseñas empresarial permite a los negocios compartir credenciales de forma encriptada y segura entre la plantilla, sin necesidad de revelar la clave real y revocando el acceso cuando termina el contrato temporal de un empleado extra de Navidad. Utilizar herramientas que integren seguridad en el correo y en la gestión de identidad es la única forma de garantizar que los datos de los clientes estén a salvo mientras disfrutamos de las fiestas.

Proteger la marca "Fuerteventura"

La ciberseguridad no es solo una cuestión de proteger la caja del día; es una cuestión de reputación. Fuerteventura es un destino de calidad y tranquilidad. Tal y como solemos destacar en nuestra sección de Turismo y Actualidad, la confianza del visitante es nuestro mayor activo.

Imaginemos el impacto que tendría para un pequeño hotel rural o una escuela de surf que se filtraran los datos bancarios de sus clientes en plena temporada alta. La noticia correría como la pólvora, afectando no solo a ese negocio, sino a la imagen de seguridad de la isla. Los turistas europeos, cada vez más concienciados con su privacidad, exigen que sus datos se traten con el mismo mimo con el que se les sirve un plato de nuestra gastronomía local.

Un propósito de Año Nuevo: Digitalización segura

A medida que nos acercamos al cierre del año fiscal, es el momento perfecto para hacer balance y plantear los propósitos para el nuevo año. Más allá de las ventas, el objetivo de cualquier empresario majorero debe ser la consolidación de su negocio en el entorno digital.

La tecnología está para ayudarnos a vender más y mejor, pero debe usarse con cabeza. Invertir en seguridad, formar a los empleados para que no abran correos sospechosos y utilizar plataformas profesionales para la gestión de datos son las mejores uvas que podemos tomarnos para entrar con buen pie en el próximo ejercicio.

Estas Navidades, el mejor regalo que un empresario puede hacerse a sí mismo y a sus clientes es la tranquilidad. Blindar las comunicaciones y los accesos es la garantía de que las únicas sorpresas que tendremos serán los regalos bajo el árbol (o bajo la palmera).