ECONOMÍA

El Concurso de Aceite de Oliva Virgen Extra Agrocanarias reúne en Fuerteventura 16 muestras de 11 almazaras

La consejera Alicia Vanoostende destaca el esfuerzo de los cultivadores por “poner en marcha una producción de aceite que garantiza una máxima calidad a los consumidores”

Diario de Fuerteventura 2 COMENTARIOS 17/01/2023 - 18:17

El Hotel El Mirador de Fuerteventura, en Puerto del Rosario, acogió en la mañana de este martes la presentación de la séptima edición del Concurso de Aceite de Oliva Virgen Extra Agrocanarias 2023, un certamen organizado por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) que promociona la comercialización del aceite producido en las islas y da a conocer entre los consumidores la alta calidad de esta producción.

Para esta ocasión han concurrido 16 muestras de aceite, pertenecientes a 11 almazaras, que competirán por una de las tres medallas del certamen. En concreto, de las muestras recibidas, cinco de ellas pertenecen a almazaras situadas en Tenerife; otras cinco a Fuerteventura; tres a Gran Canaria; dos a El Hierro; y una a La Palma.

Un total de 12 catadores serán los encargados de seleccionar los mejores aceites que podrán optar a tres medallas: Gran Medalla de Oro y ‘Mejor aceite de oliva virgen extra 2023’, Medalla de Oro y Medalla de Plata. Además, también se otorgará la distinción especial del jurado al ‘Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico de Canarias 2023 y la de Mejor Imagen y Presentación 2023’, en el que se valorarán todos los elementos que forman parte del etiquetado, incluido el diseño de la botella.

Además, el aceite que obtenga la calificación de ‘Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra de Canarias 2023’ será protagonista de un reportaje, que se remitirá a las revistas especializadas, además de publicarse en la web del ICCA.

La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende; el director del ICCA, Basilio Pérez; y el consejero de Economía del Cabildo de Fuerteventura, Juan Nicolás Cabrera, destacaron “el enorme esfuerzo de los cultivadores, que cada día trabajan por lograr un producto de máxima calidad”.

La responsable regional del área puso de manifiesto “la importancia del aceite como un producto que tiene cada vez mayor difusión y conocimiento, con un cultivo del olivo que se incrementa en Canarias en zonas de medianías que se van abandonando, por eso es una posibilidad para luchar contra el cambio climático y la erosión de los suelos; es un cultivo rentable por el que tenemos que seguir apostando y buscando alternativas a los cultivos tradicionales”.

Asimismo, destacó que Fuerteventura “tiene el mejor aceite de oliva en Agrocanarias 2022, con un gran futuro en el ámbito agrario gracias a productos de tanta calidad como el aceite o los quesos”.

Por su parte, el consejero de la Administración insular agradeció la presencia de la consejera y señaló que Fuerteventura “ha destacado en los concursos Agrocanarias 2022 con las mejores producciones en queso y aceite, una muestra más de la preocupación y la dedicación de la isla al sector primario”.

Comentarios

¡ Aaahhh, Dios, quien pudiera comerse una riquísima pella gofio bien amasada en un zurrón, con aceite de oliva y azúcar o miel de palma, todo cosechado en tierras majoreras! Con una pella de semejante manjar divino que me comiera, capaz es que me quitaba un par de decenios de arriba, y me estaría, o sentiría al menos, como la chiquilla o adolescente que disfrutaba las pellas de eso que mi abuelo me hacía: él era un artista en amasados de gofio en zurrón, ya fuera solo con agua y sal, con queso tierno o curado, o con aceite y azúcar o miel. Era todo un ritual: preparar el zurrón, yr metiendo en él lo que se iba a amasar, los movimientos de mezclarlos, con el cuello bien apretado con una mano, para que el contenido no se saliera... y finalmente el sobado, enérgico pero con cariño, despacio, con calma ... El tiempo no contaba, teníamos tanto, de sobra... Abuelo Juan, abuela Josefa, desayunos, meriendas, en el campo, a la sombra y al soco de una higuera, una pared, oyendo el canto de pájaros y los susurros de viento en los ramones de las palmeras... Los abuelos haciendo cuentos, recordando ... Campos, gavias, barrancos, llanos, montañas... de La Antigua... yo niña...yo adolescente... Ahora, sólo recuerdos de lo que fue y de lo que fui. ¿ O todo fue, fui, nada más que sueño, ilusión?
Fefa, creo que somos de generaciones cercanas, de majoreros que conocimos, gozamos ( poco) y padecimos ( mucho) de tiempos de pobreza de nuestra isla. A mí también me gustaba el aceite de oliva, aunque poquita y en muy raras ocasiones disponíamos de ese oro líquido en mi familia, como en casi todoas de entonces. Para mí era un manjar y una golosina muy grande y excepcional, comer pan con aceíte y azúcar: unplatito o tácita pequeñitos con aceíte de oliva y otro recipiente parecido, con azúcar. Mojaba un trocito de pan en el líquido, primero, con cuidado de que absorbiera lo mínimo, para que rindieron más, y luego lo pasaba por arriba del azúcar, con el mismo cuidado de no gastar mucha... Me sentía disfrutando como lo hacen los dioses, con los olores y sabores del aceite de oliva y del pan fresco, y el dulce de los contados granos con que podía " embadurnar" cada cachito. Eso sí era la felicidad, gozar de verdad, aunque fuera sólo por un par de veces al año.

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