El Cabildo de Fuerteventura ha llevado a la asamblea de la Federación Canaria de Islas (FECAI) la problemática a la que se enfrenta el sector pesquero canario ante el plan experimental de cerco industrial aprobado en la ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico). La vicepresidenta segunda, Nuria Cabrera, expuso esta situación, que han denunciado federaciones y cofradías del Archipiélago, ya que supondría una amenaza grave para la flota artesanal y la biodiversidad marina en Canarias.

La Corporación insular, que ya mostró su apoyo al sector pesquero y federaciones, ha conseguido arrancar el compromiso del resto de cabildos insulares para rechazar este proyecto y exigir al Gobierno de España su retirada. De este modo, los cabildos han acordado redactar una moción de forma conjunta, que será llevada a los sus respectivos plenos para aprobación, dentro de este objetivo.

Tal y como denuncian los propios profesionales de la pesca, la propuesta amenaza un modelo de pesca tradicional y sostenible, pudiendo ocasionar daños irreparables a la rica biodiversidad de los ecosistemas marinos del Archipiélago. Además, fue presentada por la Secretaría General de Pesca del Gobierno de Canarias sin consultar ni al sector local, ni a las instituciones canarias, pese al impacto directo que supondría sobre los caladeros y la pesca como actividad económica local.

El sector pesquero canario ha levantado la voz ante lo que considera una de las decisiones más preocupantes de los últimos años para el futuro de esta actividad en Canarias. El documento autoriza un cerco industrial e instalación de jaulas en aguas canarias, un modelo industrial que choca con la pesca artesanal canaria que constituye una actividad selectiva, respetuosa y sostenible, que dirige la captura del atún sin afectar a otras especies ni generar daños al ecosistema.